La Rumorosa.

La primera vez que subí esa montaña que se encuentra entre Tijuana y Mexicali, y que en su cúspide tiene la ciudad de Tecate, estaba yo recién nacida, por lo tanto esa no cuenta, la que cuenta es la vez que me acuerdo de ese paseo, íbamos a pasar la navidad, tendría yo algunos 5 o 6 años, y nos fuimos en el auto familiar…
Mi papá hizo una parada en algún punto, antes era mucho mas peligrosa que ahora, así que nos bajamos con mucho cuidado, yo iba medio dormida, me senté en una piedrita, pero cual va siendo mi sorpresa que en la piedra habían hormigas!! De manera que me paré de prisa, acto seguido la piedra cayó al vacío… No se si es mi imaginación pero así lo recuerdo, también recuerdo que al estar parados, pasó un trailer a toda prisa, cuando retomamos el camino, vimos el trailer cuesta abajo, se había salido del camino, efectivamente, suena confuso, pero es lo que mi subconsciente me dicta sobre aquel momento…
La segunda primera vez fue ya a mis veintitantos, tenía uno o dos meses de vivir en Mexicali, conseguí un trabajo en el cual era necesario recorrer el Estado, lo cual me pareció interesante, así que ahí vamos algunas personas importantes (políticamente hablando), y yo… Olvidé que desde niña me mareo en las carreteras, maldita mala costumbre de viajar en avión!, pues esa no fue la excepción con tremendas curvas en la súper autopista recién inaugurada (en aquel entonces) y corriendo esa camioneta a toda velocidad, pues si, el mundo giraba a mi alrededor, no sabía como controlarme, a la primer parada en la ciudad de Tecate, lo primero que hice fue ubicar una farmacia para comprarme mi Dramamine, y asunto arreglado, ya metida en la droga el mundo giró a su propio ritmo y yo al mío.

La tercera primera vez, fue el fin de semana pasado, que llevamos a cierta personita a que conociera Tijuana, la pobre llevaba sus manitas a sus oídos y mamá le ponía el chupón para que no se le taparan mas…

Pero olvidé una!
La primera vez que la crucé por USA. Era otoño de aquel año en que llegué, íbamos de compras temprano en la mañana, fue una sensación totalmente diferente, las pendientes son menos pronunciadas, las curvas casi ni se sienten, y se respiran otros aires!...

Y otra mas!
La primera vez que la manejé en mi auto! Siempre he dicho que no es lo mismo manejar que co-pilotear un camino, así que tuve que vivir la sensación, cuando iba a una fiesta en Rosarito en un verano, ahí cero mareo, manejarla es mas placentero todavía….

Se considera una carretera peligrosa, pero yo creo que eso era antes, hoy en día es más segura, pero no deja de ser impresionante ver esos autos volcados que nadie puede ni quiere sacar del fondo de la barranca… Esas piedras que encierran el paisaje entre caminos y cielos rosados, y sobre todo lo bien que se siente el frío que hace arriba, la lluvia, la nieve, los árboles, paisajes, las casitas de campo con techos de teja, todo un lindo paisaje estilo europeo, y algo rico para el camino, las panaderías de Tecate, con cafecito caliente y pan recién hecho, toda una delicia, lástima que al llegar a la meta todo se ensucia con Tijuana jajaja, es una ciudad muy rara para mi punto de vista, dejara de ser la frontera mas visitada del mundo, hay de todo por ahí, pero ese es otro tema…